El pasado viernes 15 de marzo presentamos públicamente el primer Observatorio de Violencias Institucionales Machistas (OVIM) en la región europea. Después de más de un año de trabajo, esta iniciativa, que operará en todo el Estado español, por fin pudo ver la luz ante más de 200 asistentes: organizaciones aliadas, instituciones, sociedad civil, prensa… Un momento clave que tuvo lugar en el marco del Foro Internacional de Observatorios Feministas frente a las Violencias Institucionales Machistas, contando con la presencia de compañeras internacionales del Observatorio Colombiano de Feminicidios, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) de México y el Observatório das Mulheres (OM) de Mozambique.
«Nos encontramos ante una importante revolución jurídica», dijo Laia Serra, abogada penalista y activista, al dar el pistoletazo de salida a la jornada. Y es que, según Serra, es clave que desde las propias organizaciones se capitanee todo el camino hacia las administraciones públicas para que ninguna mujer quede a la deriva. «Trabajar en red es fundamental. Estar presentes no sólo en los espacios de la sociedad civil sino también donde se toman las decisiones», quiso añadir Priscila Cabrera, de la Fundación Aspacia, una de las entidades que forma parte de la asamblea del Observatorio.
Mirada antirracista e interseccional
La sobrerrepresentación de mujeres migrantes en las cifras de feminicidios fue uno de los puntos presentes durante el Foro. «La Ley de extranjería es el nudo principal, sumado a que las mujeres migrantes son las que más acuden a policía y tribunales; lo cual nos da cuenta de un posible sesgo institucional», explicó Tatiana Retamozo, de AIETI, otra de las entidades que forma parte de la asamblea del Observatorio.
Pero la mirada interseccional no acaba aquí. Paqui Perona, de Veus Gitanes, recordó que la violencia institucional es histórica para el pueblo gitano y, además, está justificada por la cultura: «Hay sólo dos caminos posibles: o denuncias y tienes represalias, o no denuncias para salvaguardar a tu comunidad».
Falta de profesionales especializadas. Una justicia que llega tarde. La desprotección al denunciar. No fueron pocos los ejemplos que se compartieron en la primera parte de la jornada. Eso sí, también se enfatizaron los avances positivos en materia. Por un lado, la introducción de las violencias institucionales machistas en el ‘Protocol Marc per una Intervenció amb Diligència Deguda en Situacions de Violència Masclista’ de la Generalitat de Catalunya. Por otro, la fuerza colectiva desde organizaciones y sociedad civil.
Durante la segunda parte de la jornada presentamos públicamente el OVIM. Fueron Liliana Aragón y Marina Oliva, de Associació Hèlia, junto a Julia Vega y Alba Moreira, de Almena Feminista, las encargadas. Una oportunidad única en la que se recogieron demandas como la importancia de tejer alianzas con las madres protectoras, de pedir y recibir una reparación colectiva, de incidir en la islamofobia de género institucional o de hacer vínculo con quienes hace años que vienen observando la violencia del Estado.
Alianzas internacionales
Finalmente, llegaron las intervenciones de las compañeras de México, Colombia y Mozambique. «No es sólo denunciar, sino también arropar durante el proceso, porque no sabemos si el agresor será arropado por el Estado», comentó María de la Luz Estrada, del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) en México.
Le siguieron Carol Rojas del Observatorio Colombiano de Feminicidios, junto a Quitéria Guirengane, del Observatório das Mulheres (OM) de Mozambique. «Es fundamental responder a la inseguridad de las defensoras de derechos, así como unir las luchas internacionales a través de una red de aliadas en distintos territorios».
¿Empezamos?