El infierno de las empleadas del hogar víctimas de abusos sexuales

Heydy tiene veintidós años, ojos manga y una deuda de 2.800 euros. En Nicaragua era una universitaria aplicada; en Madrid limpia casas, cuida de ancianos, le envía remesas a su familia y se calla muchas cosas. Entre ellas, lo del anuncio: buscaban a una “chica joven, atenta, responsable y cariñosa” para cuidar a un bebé. Cuando llegó a la vivienda, el padre del niño le impuso otra condición para obtener el empleo: “Me miró de arriba abajo y me dijo que también debía acostarme con él, porque necesitaba desahogarse”, recuerda.

Leer noticia completa

https://icrcnewsroom.org/ https://apics.uns.ac.id/ https://www.ui.ac.id/ https://pamekasan.polinema.ac.id/ https://fai.uisu.ac.id/ https://unimugo.ac.id/mugo/ https://sipil.pasca.untad.ac.id/